
El VI Congreso de Educación para Personas Jóvenes y Adultas reunió a docentes de diversas regiones del Perú para reflexionar sobre los desafíos y avances en esta modalidad educativa, especialmente en la agenda de cierre de brechas de deserción escolar y el fortalecimiento de habilidades y competencias. Este espacio permitió el intercambio de experiencias nacionales e internacionales.
En el contexto actual del Perú, marcado por crecientes tasas de pobreza y deserción escolar, el VI Congreso Nacional de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) subraya la necesidad de replantear las políticas educativas. Según el INEI, la pobreza monetaria afectó al 29% de la población en 2023, alcanzando hasta el 44.5% en regiones como Cajamarca. Este panorama impacta directamente en la educación, donde más de 46,000 estudiantes abandonaron la escuela primaria en 2023, según el Minedu. La situación es aún más crítica en las áreas rurales, donde la falta de infraestructura y servicios básicos es alarmante.
El VI Congreso Nacional de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA), celebrado en Huacho del 28 al 30 de noviembre de 2024, marcó un hito en la discusión sobre los desafíos y oportunidades en la educación para jóvenes y adultos en Perú. Este evento reunió a representantes de diversos sectores, incluyendo la academia, organizaciones civiles y gestores públicos, con el objetivo de formular estrategias para mejorar la educación básica alternativa (EBA), la educación técnico-productiva (CETPRO) y los programas de educación comunitaria.

Hablar de educación para jóvenes y adultos en un país como Perú no es solo un tema de políticas, sino un desafío vital que trasciende generaciones. Como investigador, docente y apasionado por el desarrollo social, he podido observar de cerca cómo las brechas educativas afectan la calidad de vida y las oportunidades de millones de personas. Una historia que siempre me inspira es la de Rosa, una mujer que, después de décadas de haber dejado la escuela, encontró en la Educación Básica Alternativa (EBA) el camino para cumplir sus sueños, logrando no solo un diploma, sino la confianza para emprender un negocio exitoso.
En ese sentido el reciente VI Congreso Nacional de EPJA nos dejó retos que analizaré brevemente:
#Reto 1: Ley Marco para la Educación de Jóvenes y Adultos (EPJA)
En el Perú, si bien en los diferentes niveles de gobierno, se fomenta la formación de personas jóvenes y adultos, no existe un marco legal que garantice la educación y el aprendizaje a lo largo de la vida.
La creación de una Ley Marco para la educación de jóvenes y adultos busca integrar esfuerzos intersectoriales y garantizar recursos adecuados. Creemos que es viable dado que permitiría consolidar los esfuerzos dispersos y promover mayor inclusión y eficiencia administrativa.
Alemania, por ejemplo, cuenta con Volkshochschulen (escuelas populares), instituciones bien financiadas que ofrecen formación continua adaptada a las necesidades locales, incluyendo cursos de idiomas, formación técnica y ciudadanía. En Finlandia, los programas educativos para adultos están alineados con las necesidades del mercado laboral, asegurando así su relevancia y eficacia.
Incorporar aprendizajes para la vida, habilidades laborales y ciudadanía plena, como lo hace el enfoque europeo, aseguraría que los programas sean pertinentes y atractivos para los beneficiarios.
El Perú puede aprovechar esta oportunidad para posicionar a la EPJA como una herramienta clave para reducir desigualdades, potenciar el aprendizaje a lo largo de la vida y contribuir al desarrollo socioeconómico del país, siempre que la ley sea implementada con recursos adecuados y una coordinación intersectorial sólida.
#Reto 2: Programa de certificación de compentecias para la gente que trabaja
Un programa de certificación de competencias para personas que trabajan tiene como objetivo reconocer y validar los conocimientos, habilidades y experiencias adquiridas en contextos laborales o de vida, promoviendo su formalización a través de un sistema de certificación oficial. Este tipo de iniciativa es especialmente valiosa para trabajadores que no cuentan con títulos formales pero poseen competencias relevantes en sus áreas de desempeño.
Beneficios
Para los trabajadores: Mejora de las oportunidades laborales, aumento de ingresos y reconocimiento profesional.
Para las empresas: Asegura personal capacitado y mejora la productividad.
Para la sociedad: Contribuye a reducir las desigualdades educativas y fomenta el aprendizaje a lo largo de la vida.
Ejemplos de modelos exitosos:
ChileValora (Chile): Un sistema de certificación de competencias laborales basado en estándares definidos por los sectores productivos. Permite a los trabajadores obtener un certificado oficial reconocido a nivel nacional.
Certificat de Qualification Professionnelle (Francia): Una iniciativa gestionada por gremios profesionales para certificar competencias específicas en diferentes sectores laborales.
Conocer (México): Sistema Nacional de Competencias que promueve la certificación en áreas técnicas y transversales, vinculado a las necesidades del mercado laboral.
El enfoque de aprendizaje a lo largo de la vida destaca la importancia de reconocer y certificar los aprendizajes adquiridos en diversos contextos, no limitándose únicamente al ámbito académico. Este enfoque reconoce que el aprendizaje ocurre en cualquier etapa de la vida, ya sea a través de experiencias formales, no formales o informales, y busca validar dichos conocimientos para contribuir al desarrollo personal, social y profesional de los individuos.
César Picón sostiene que “el aprendizaje a lo largo de la vida no solo tiene que ver con la educación formal, sino con una gama de experiencias que configuran el desarrollo humano integral”. Este enfoque, según él, impulsa políticas inclusivas que aseguren la equidad en el acceso al conocimiento y la certificación de competencias adquiridas por medios no tradicionales.
Por su parte, Delors et al. (1996), en el informe de la UNESCO titulado "La educación encierra un tesoro", señalan que “el aprendizaje a lo largo de la vida es un proceso continuo que permite a las personas adaptarse a los cambios sociales, culturales y laborales”, promoviendo el desarrollo integral y la participación activa en la sociedad.
Ambos autores coinciden en la necesidad de articular sistemas que certifiquen aprendizajes y habilidades, reconociendo la diversidad de trayectorias formativas y experiencias de vida.
En Perú, un programa de certificación de competencias podría articularse con los Centros de Educación Técnico-Productiva (CETPRO) y la Educación Básica Alternativa (EBA).
Este programa puede:
Identificar sectores clave de la economía donde exista demanda de trabajadores certificados.
Desarrollar estándares claros en colaboración con el sector privado.
Implementar evaluaciones prácticas y teóricas que reflejen las exigencias del mercado laboral.
Ofrecer incentivos a las empresas para promover la participación de sus empleados.
La implementación de un programa de certificación de competencias no solo beneficiaría a los trabajadores en términos de desarrollo profesional, sino que también fortalecería la competitividad del país al mejorar la calificación de su fuerza laboral.
#Reto 3: Escuela de Gestores: Para líderes de EBA y CETPRO en liderazgo y tecnologías.
La propuesta de una Escuela de Gestores para líderes en Educación Básica Alternativa (EBA) y Centros de Educación Técnico-Productiva (CETPRO) busca capacitar a directivos y especialistas en áreas críticas como liderazgo, planificación estratégica, gestión pedagógica, inclusión educativa y el uso de tecnologías innovadoras. Este enfoque responde a las necesidades de una gestión más profesionalizada y adaptable, clave para garantizar educación de calidad en contextos diversos.
Al finalizar, los participantes recibirían una certificación reconocida por el Ministerio de Educación, validando su preparación para liderar instituciones educativas.
La Escuela de Gestores potenciará el desarrollo de líderes educativos en EBA y CETPRO, quienes serán agentes de cambio en sus instituciones. Su capacidad para implementar estrategias inclusivas y tecnológicas transformará la calidad de la enseñanza, asegurando un aprendizaje más pertinente y accesible para jóvenes y adultos.
#Reto 4 : Creación de AGEBA-TP en todas las regiones
La creación de Áreas de Gestión de la Educación Básica Alternativa y Técnico-Productiva (AGEBA-TP) en todas las regiones del Perú busca descentralizar y fortalecer la supervisión y el apoyo a los programas de Educación Básica Alternativa (EBA) y Centros de Educación Técnico-Productiva (CETPRO). Esta medida garantiza la especialización y atención adecuada a las necesidades locales, consolidando la calidad y pertinencia de estos servicios educativos.
Objetivos Principales
Descentralización: Asegurar la presencia de especialistas en EBA y CETPRO en cada región, similar al modelo implementado en Lima Metropolitana.
Supervisión y Monitoreo: Brindar acompañamiento pedagógico, administrativo y técnico a las instituciones educativas.
Fortalecimiento Local: Adaptar programas educativos a las características socioculturales y económicas de cada región.
Las AGEBA-TP estarían integradas a las Direcciones Regionales de Educación (DRE) y Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL).
Contarían con equipos especializados en gestión pedagógica, planificación y evaluación de EBA y CETPRO.
La creación de AGEBA-TP en todas las regiones es una medida transformadora que puede posicionar a EBA y CETPRO como pilares fundamentales para reducir las desigualdades y promover el desarrollo inclusivo en el Perú. Para lograrlo, será esencial garantizar el financiamiento, la capacitación adecuada y la participación activa de los actores locales y regionales.
#Reto 5: Fomentar la cooperación multisectorial para optimizar recursos y estrategias
El fortalecimiento de los servicios educativos en EBA y CETPRO requiere un enfoque multisectorial que permita articular esfuerzos entre diversos actores como el Estado, la empresa privada, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales. Este trabajo conjunto posibilitará:
Optimización de recursos: Evitar la duplicidad de esfuerzos e invertir en áreas prioritarias con mayor impacto social.
Diversificación de estrategias: Implementar programas innovadores que respondan a las necesidades formativas de jóvenes y adultos, con un enfoque en la empleabilidad y el emprendimiento.
Es fundamental asegurar que todas las personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad, accedan a servicios educativos de calidad. Esto implica:
1. Ampliar la cobertura educativa mediante modelos flexibles y descentralizados.
2. Integrar la certificación de saberes previos, permitiendo que los estudiantes validen sus conocimientos adquiridos de manera informal y puedan avanzar en sus trayectorias educativas.
Finalmente, más allá de la infraestructura, es crucial invertir en proyectos que fortalezcan las capacidades de los beneficiarios:
Programas de formación dual: Asociar la teoría con la práctica en contextos laborales reales.
Certificación de competencias laborales: Reconocer habilidades técnicas y transversales en sectores clave de la economía.
Emprendimientos sociales: Fomentar iniciativas productivas que combinen impacto económico y comunitario.
Incorporar a los beneficiarios como actores activos en el diseño, ejecución y evaluación de los programas, en ese sentido la gerencia de proyectos tiene una metodología que parte desde el análisis de los involucrados como una herramienta fundamental para garantizar que los objetivos de cada proyecto se cumplan. Garantizando la participación de todos los actores.
Estas acciones garantizarán una educación más equitativa, inclusiva y pertinente, mejorando la calidad de vida de los jóvenes y adultos que buscan oportunidades de desarrollo personal y profesional.
Un llamado a la acción.
El VI Congreso concluyó con un pronunciamiento que hace un llamado a todos los actores educativos y sociales a comprometerse en la implementación de estas propuestas, proyectando un futuro inclusivo y sostenible para la educación de jóvenes y adultos en el país.

El pronunciamiento no solo es un llamado a la acción, sino también una oportunidad para transformar la educación en jóvenes y adultos, contribuyendo al desarrollo social y económico del Perú. La edición número VII del Congreso se realizará e
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