Toda historia de heroísmo tiene héroes y villanos, caídos y sobrevivientes.
Después de 31 años de lo ocurrido, el testimonio acompañado de recortes periodísticos de los hechos acontecidos antes, durante y después de la emboscada terrorista contra 17 policías en Piura.
En las líneas siguientes conoceremos el testimonio de uno de los sobrevivientes del atentado terrorista contra 17 policías caídos en Huarmaca – Piura.
Testimonio narrado en primera persona, quien fue testigo de lo ocurrido desde la madrugada del 04 de febrero de 1993 y los hechos posteriores. Leerán una historia de heroísmo, pero también de villanos y cobardes.
El nombre del Sub oficial lo mantendremos en reserva, ya que se trata de un personal de la Policia Nacional del Perú que actualmente se encuentra en servicio, en un audio que compartió por WhatsAap cuenta su testimonio:

"El año 1993, 3 y 4 de Febrero cuando yo trabajaba en la cárcel de Castilla (Piura) y pasaron todas esas desgracias, es una narración que les voy a contar, la parte que nadie la quiere contar o nadie la sabe o poco la sabemos.
"Los hechos se suscitan de la siguiente manera:
En esos tiempos al personal policial su haber y los pagaba un oficial pagador, entonces había una base antisubversiva en Huarmaca (Piura).
Aproximadamente 50 hombres en Huarmaca que estaban bajo el mando del Comandante Lazo, un comandante Guardia civil, Jefe de la USE.
Entonces llega el día del pago y bajan dos colegas uniformados con el Alférez Johnny, o sea 3 bajan a recoger el dinero, para pagarle al personal que estaba acantonado en Huarmaca, sacan el billete del Banco de la Nación y el día 7 tenían que subir con el billete. En esos tiempos la movilidad era muy escasa ahorita un montón de movilidad. Y entonces había un volquete de la municipalidad de Huarmaca.
Y los dos colegas se suben a volquete porque el Alferez se queda con el dinero aduciendo que él se iba a Trujillo a ver a su familia, aprovechando para visitarla y que el día siguiente subiría entonces suben en ese volquete los dos colegas uniformados, viajaron y a mitad del camino, los interceptó una camioneta de Sendero Luminoso. Pero dentro de ese volquete iba también un colega de civil y ese colega de civil por precaución y estrategia el portaba su libreta electoral, antes era libreta electoral, ahora es DNI. Al momento que Sendero Luminoso intercepta el volquete empezaron a pedir documentos.
A los colegas que estaban uniformados los amarran y se lo llevan de rehén y matan también al chofer del volquete y los obligan a cantar el himno de Sendero Luminoso y hacer vivas al partido Sendero Luminoso y queman el volquete. Entonces, ese colega que estaba de civil ¡qué pasó pasó piola!, como se dice, no fue descubierto, él va y comunica a Huarmaca:
Que los dos colegas que viajaban han sido secuestrados por los terroristas. Entonces de Huarmaca llaman por radio a Piura. Para que Piura arme patrullas y vayan en busca de los colegas que han sido secuestrados por los terroristas.
Era momento de prepararme para entrar a mi turno y me encuentro al sargento parado afuera con su metralleta y me dice: “Negro, ¿dónde has estado? Me dice, huevón, ¿te han estado buscando?”.
Digo, no, me fui a comer y me encontré con unos patas dentro del cine. Digo, me dice:
“huevón, ha venido el capitán Morales en un comancar y se ha llevado a todos los que estaban (...) Los han llevado porque iban a hacer un operativo relámpago, de un par de horas”.
Me dice: “ya puta, van a hacer la una y no vienen, conchasumare”. Me dice, “ahora quién va a relevar a los puestos”. Y él me dijo: “ya compadre, tú revelas a la puerta”.
En ese tiempo el sargento era sargento, pues pesaba. No como ahora que el brigadier o el superior lo plantan en la puerta como guardia. En ese tiempo no. Se respetaban los grados.
Había autoridad de grado a grado.
Amanece y nos comunican por radio de que la patrulla la habían hecho volar. La habían hecho volar la patrulla. Y ahí es donde fallecen todos los colegas.

Y recuerdo también la parte triste, cobarde, traicionera de esta historia, de que los dos sobrevivientes los quisieron liquidar para que no cuenten la verdadera historia.
Prueba de ello es que, Polito, mi amigo republicano, él sobrevive gracias a que cae en una laguna, cae en una laguna y su cara, a la justa salía su nariz con su boca, o sea prácticamente la laguna lo protegió, lo camufló y por la densa neblina no lo vieron, estaba ahí tirado en esa laguna.
A mi promoción Pulache, se salva porque él cae, vuela del Comancar, encima le cae un colega y encima el colega un latón del Comancar, ese latón que va donde ponen la ametralladora, ese latón es de fierro, fierro grueso, ese latón le cae encima del colega que estaba muerto de Pulache, de tal forma que, según me contó mi promoción, dice que los terrucos pasaron a rematar a todos los que estaban vivos, y “el negrito” Yerlequé muere combatiendo, tenía sus piernas quebradas, pero aún así se defendía disparando a los terrucos, y los terrucos lo remataron a punta y culatazos, igual que lo mataron al capitán Morales, quien se quedó presionado su cuerpo con el motor del carro, y lo acribillaron ahí, igual que el radio operador, que murió comunicando el atentado.
Lo más triste y lo más cobarde es de que eran dos camionetas, la primera patrulla era una Chevrolet, una Chevrolet verde, doble cabina, que recién habían llegado a la policía, porque recién estaban los unificados, y en esa camioneta iban los colegas de la Guardia Civil, porque en el comentario de la Guardia Civil-republicana, y estos colegas iban al mando del Mayor Andy, y esta camioneta se da a la fuga, huye, huye como vil cobardes, y dejan abandonados a los colegas atrás.
Si esa patrulla, si esa camioneta se hubiera detenido, hubiera repelido el ataque, por lo menos hubieran más policías vivos en ese atentado, pero huyeron, huyeron y lo dejaron que los rematen.
Posteriormente, Polito camina llega a esta estación 8, Petroperú, y ahí comunican que estaba un sobreviviente, y lo traen en helicóptero a Piura, a la sanidad. Estando en la sanidad, que queda frente al penal de Castilla.
Llega el capitán Orapesa, otro miserable cobarde, está de baja, lo votaron por cobardía, a él con el comandante Lazo y al mayor Dani, y a la referencia. Johnny, los cuatro de baja por cobardía.
Llega a quererlo sacar con engaños, diciendo que el comandante Lazo quería tomarle su manifestación en USE (Unidad de Servicios Especiales), y todavía llega en un carro, esos que le llaman los gusanitos, esos portatropas que tenían de asiento de maderas, los carros son gruesos, que golpean cualquier cantidad, ahí lo querían llevar, con engaños, al USE, ¿con qué fines? No sé, porque si hubiera tenido intenciones buenas, el comandante hubiera venido a la sanidad a interrogarlo si quería saber algo de él.
Suerte de Polito, que tenía varias promociones en el penal, que lo estaban visitando, que se dieron cuenta de esta actitud, que el capitán había fuerzas a lo que quería sacarte de la sanidad, así, había fuerza, y llegamos al extremo que forcejeamos con él, y como él era capitán, e imponía grado, vino el mayor que era director del penal...
El mayor Casareto Herboso, un republicano, vino y luego lo amputó al capitán y dio la orden de que en la puerta de la sanidad un republicano con su G3 y en la puerta de su cuarto otro republicano con su G3 y que nadie pase a excepción de los familiares y del médico y de ningún policía bajo la responsabilidad del mayor.
Esa fue una triste historia y Polito la sabe, de repente no lo quiere contar por qué razones.
Lo quisieron aniquilar a Polito para que no hable, pensando que era el único sobreviviente y no sabían que Pulache Meléndez fue trasladado en una patrulla de carreteras al hospital de Chiclayo y para desgracia esa patrulla se voltea y luego sobrevive solamente él, mueren todos los colegas de esa camioneta y él solamente sobrevive y estaba en el hospital de Chiclayo.
El escándalo fue tan fuerte, fue tan fuerte esta cobardía de los oficiales y de esa patrulla que la integraban miembros de la Guardia Civil, que iban adelante, que vino el inspector, que Tim Vidal, que era inspector general, en ese tiempo había ascendido recién a teniente general, vino a Piura a él mismo liderar las investigaciones,
Porque fueron 17 muertos y la mayoría eran chicos que recién habían ingresado de la escuela de policía, mutilados totalmente.
Me contaba un coleguita que trabajó en la sanidad que se fue allá a recoger los cuerpos, prácticamente armarlos, porque me decía la gente tenía solamente piernas, este no, brazos. y tórax, no tenían piernas, habían volado por la dinamita, porque el carro lo había hecho volar, de tal forma que daba la impresión que estaba regresando de la sierra, y ellos estaban subiendo. Una triste historia de esta patrulla.
El dinero que fue de los haberes de los policías que estaban en Huarmaca, ese desgraciado, del Alferez Johnny, se tiró el billete, no lo devolvió, diciendo que la plata la habían llevado los colegas, los dos policías que habían llevado a Huarmaca el billete y que los terrucos habían llevado la plata, pero esa versión la desmintió el coleguita que estaba ahí de civil, el que se salva de civil, él en su manifestación indica claramente que en ningún momento los policías subieron con paquetes o con mochilas, solamente subieron uniformados y no llevaban ningún paquete, y por lógica el oficial es recontra celoso con el dinero que tiene a cargo.
Nunca un pagador le va a entregar la mochila del dinero para que la lleven adelante y él quedarse, jamás. Es por eso que este desgraciado le dan de baja, se coge el billete de todos los colegas de sus sueldos suaveres.
Y estuvo preso ahí en el Cenín, que quedaba en el penal de Castilla (...) el mayor, el capitán Morales le dieron la orden de que arme una patrulla sí o sí.
(...) yo me salvé por irme a comer una hamburguesa y meterme el cine de Ramón Castilla, si no hubiera fallecido o hubiera lesionado, mutilado, en fin, cuál hubiera sido mi destino, pero cuando no está pa' ti no está pa' ti.
Esa es una historia promocional que se la cuento amigos, colegas, sepan también la parte oscura de la historia, hubieron muchas lágrimas, mucho dolor.
Ustedes no pueden imaginarse los 17 ataúdes como si fuera un tren rumbo al cementerio, 17 familias destrozadas que lloraban, todos lloramos a nuestros muertos porque era imposible contener el llanto hasta yo lloré lloré de rabia, porque no debieron morir así, no debieron morir así, gente muy buena que trabajó conmigo en la cárcel de Castilla (Piura) y colegas de otras unidades que lo sacaron con engaños para la patrulla, que iba a durar supuestamente dos horas el operativo y nunca más regresaron.
Honor y gloria para ustedes, estimados colegas. Discúlpenme, coleguitas, pero quería contar esta historia que pocos la saben, pocos la saben. Y estaba como general, un General Rodríguez, Rodríguez más no recuerdo que era, de la Policía de Investigaciones, y cuando hicimos el curso de CIRPUS, quisimos ponerle el nombre de Mártires de Huarmaca y el general no quiso, no quiso, quería que esa historia se entierre. sí son de cobardes.
Disculpen si llega a herir sensibilidades, pero es la realidad de esta historia negra.
Lo narrado por uno de los sobrevivientes del atentado de Huarmaca, nos recuerda que la historia siempre la escriben los vendedores y no los vencidos. Esto reescribe lo que pocos conocían. La memoria es fundamental en los procesos de reconciliación y verdad. Esperemos reconciliarnos con los villanos de esta historia y seguir reconociendo a los héroes.
Así como este caso, existen muchos en lo que se han querido borrar los verdaderos hechos. En ese sentido me pronuncio a favor y haciendo un pedido de respeto al Museo Lugar de la Memoria, no a la politización de esta institución.

El Museo Lugar de la Memoria cumple un papel crucial al recopilar, investigar y difundir información sobre el terrorismo en el Perú, evitando que se tergiversen los hechos y se manipule la historia. Merecemos tener memoria de los hechos.
Los 17 policías asesinados fueron:
Mayor Roberto Vicente Morales Rojas
SOT2 Leonardo Serrano Vílchez
SOT2 Edgardo Palacios Bobadilla
SOT3 Benjamín (Jorge) Yarlaqué Castañeda
SOT3 Elber Antonio Baca Juárez
SOT3 Jorge Enrique Farfán Sánchez
SOT3 Julio César Paico García
SOT3 Ricardo Martín Benavides Huiman
SOT1 Humberto Aguirre Silupu
SOT1 Marco Antonio Mendiola Céspedes
SO1 Marcos Humberto Salazar Ipanaqué
SO2 Guillermo Hernández Ramírez
SO2 José Gilmer Guevara Dávila
SO2 José Rosendo Baldera Berna
SO2 Santos Alberto Chumpén Torres
SO2 Víctor Aladino Benavides Cruzado
ET3 José Luis Espada Ccanto
¡Por los héroes, sus familias y demas deudos y su memoria van dedicadas estas líneas!
Presentamos una serie de recortes periodísticos sobre el suceso en la emboscada terrorista en Piura 1993 publicados en medios como El Peruano, El Comercio, Expreso y El Nacional, además algunas fotografías. (Fuente LUM)
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