Rutinas de Pensamiento y Aprendizaje Activo
- Raúl Febles Conde
- 2 abr 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 19 abr 2024

En el fascinante mundo de la enseñanza y el aprendizaje, los maestros asumen a la cognición como sujeto de la transformación educativa. ¿Cómo podemos potenciar al máximo el proceso de enseñar a pensar a los estudiantes? La respuesta radica en las rutinas de pensamiento, herramientas fundamentales que guían y estructuran el proceso mental, impulsando así un aprendizaje profundo, significativo y de naturaleza crítica.
Las rutinas de pensamiento son estrategias que se utilizan para visibilizar y mejorar el pensamiento en diferentes contextos educativos y profesionales. Estas rutinas permiten abordar, analizar y discutir ideas de manera estructurada, facilitando la comprensión y el aprendizaje. En el ámbito educativo, se emplean para ayudar a los estudiantes a reflexionar, comprender y relacionar conceptos, así como potenciar su exploración, toma de perspectivas y propuesta de soluciones. Estas rutinas actúan como "andamiaje mental", proporcionando un marco claro y sistemático para el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y creativo.
Su importancia radica en su capacidad para promover un pensamiento profundo y reflexivo, permitiendo a los estudiantes ir más allá de la mera memorización para comprender y aplicar conceptos de manera significativa.
Para guiar efectivamente el proceso de pensamiento de los estudiantes, es crucial familiarizarse con una variedad de rutinas de pensamiento.
A continuación, presentamos una clasificación de algunas de las rutinas de pensamiento más importantes:
Rutinas para Introducir y Explorar Ideas
Rutinas para Sintetizar y Organizar Ideas
Rutinas para Explorar las Posibilidades y Hacer Analogías
Rutinas para Reflexionar sobre Controversias y Dilemas
Rutinas para Comprender a los Sistemas y los Objetos
Rutinas de Toma de Perspectiva
Rutinas para Promover el Pensamiento Estético
Rutinas de Pensamiento Profundo
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